Se sale un poco del tema que abandera el blog, lo sé, lo sé, pero es que es una auténtica perla que encontré en otro blog donde hay discusiones ciertamente interesantes. Para cualquiera que sea padre o tenga un mínimo de interés por los problemas de la educación infantil esto es una Biblia en todos los sentidos. Sin más comentarios. Tomen nota nuestros también dignísimos políticos. Ea, que no se diga que no creo yo en jueces ejemplares como este. Lo malo es lo poco abundante que son :P
Ah, por cierto, hoy mismo se ha publicado en la prensa la expulsión de la carrera judicial de una tipa que, huy mire usted que mala pata, se le pasó ordenar la excarcelación de unos ciudadanos a los que previamente ella misma ya había absuelto. Pero bueno, el despistillo traicionero no fué para tanto porque esos vilipendiados ciudadanos solo tuvieron que pasar unos pocos cientos de días en prisión (alrededor de 400 días, que tiene miga la cosa) sin motivo ni condena y no nos vamos a poner ahora melindrosos con el calendario ¿eh, señoría? que tampoco nos vamos a escandalizar porque haya inocentes en las cárceles ¿eh, señoría?. Algo habrían hecho esos canallas... y si no, pues se le echa la culpa a otros (o al estres judicial, que es muy socorrido para estas cosas) y hala, hala, unas palmaditas en la espalda, un losientodetodocorazón y venga hombre, pelillos a la mar, que a fin de cuentas habrá hecho usted buenos amigos en el talego y además, qué coño, le hemos dado de comer gratis y todo. Si es que se me quejan ustedes por todo.. hala, hala, vaya usted con Dios y hasta luego Lucas que si te he visto no me acuerdo.
De modo que (por fin) ya tengo noticia de alguna sanción a algún juez. Lo que pasa es que esto, que en principio debería ser motivo de satisfacción, se torna (otra vez) en desilusión y desengaño.
Yo es que, perdónenme ustedes, soy muy dado a comparar ciertas cosas
De modo que (por fin) ya tengo noticia de alguna sanción a algún juez. Lo que pasa es que esto, que en principio debería ser motivo de satisfacción, se torna (otra vez) en desilusión y desengaño.
Yo es que, perdónenme ustedes, soy muy dado a comparar ciertas cosas